28.8.10

Psicoprofilaxis del Embarazo - Parto - Puerperio: Tercer Trimestre Video: Parto natural

Parto Natural













EMBARAZO

TERCER TRIMESTRE
Nota: Este trabajo que me ha brindado la posibilidad de publicar el Dr. Ricardo Horacio Illia, forma parte de las indicaciones que le entrega a sus pacientes. Consideré importante su publicación como así las recomendaciones para el primer y segundo trimestre, porque aporta conocimiento a los profesionales no médicos que trabajamos en Psicoprofilaxis del Embarazo, Parto y Puerperio.
Susana N.Vignolo

Prof. Dr. Ricardo Horacio Illia


Especialista en Obstetricia y Ginecología

Jefe del Servicio de Obstetricia del Hospital Alemán (1)

Jefe del Servicio de Obstetricia del Sanatorio Güemes (2)

Profesor Adjunto de la Cátedra de Obstetricia de la UBA

Fellow of American College of Obstreticians & Gynecologists (3)

MN 53.104

(1) http://www.hospitalaleman.com/hospital/sm_ginec_obs_ha.htm

(2)http://www.sanatorioguemes.com/contenidos/detalle_especialidad.html?idEspecialidad=OBST

(3)(https://www.acog.org/member-lookup/countryCityQuery.cfm?cityId=Buenos_Aires&stateId=ARGENTINA)

SUPLEMENTOS VITAMINICOS

Acido Fólico

Se toma, salvo casos específicos, hasta la semana 12 todos los días en ayunas.

Solo para pacientes que toman levotiroxina: Tomar la levotiroxina en ayunas y dos horas después con el estómago vacío tomar el ácido fólico

Tanvimil M:

Hasta la semana 12, día por medio solamente la pastilla verde

Desde la semana 12, tomar las pastillas negras hasta tener la misma cantidad de pastillas verdes y negras y en ese momento empezar a tomar un día la pastilla verde y al otro la pastilla negra hasta el final del embarazo

Supradyn Pronatal (Sólo para las pacientes que no toman Tanvimil M):

Todos los días una pastilla hasta el final del embarazo

Cal C Vita Fluor:

Todos los días una pastilla hasta el final del embarazo

MOTIVOS DE CONSULTA URGENTE:



1-Aparición de contracciones que no ceden con el reposo.

2-Dolor de cabeza persistente o transitorio reiterado.

3-Pérdida de líquido o material sanguinolento.

4-Exagerada hinchazón de piernas.

5-Aparición manifiesta de várices en las piernas.

6-Picazón generalizada.

7-Disminución clara y persistente de los movimientos fetales.

8-Si por alguna razón se ha tomado la presión arterial y la mínima es igual o mayor que 90mmHg.

9-Dolor de cabeza asociado a visión borrosa, a dolor de estómago, molestias en el hombro derecho, visión de estrellitas, todo esto requiere de consulta urgente con la Guardia que corresponde.

10-Si la paciente es epiléptica, se desaconseja fuertemente que tome baños de inmersión estando sola en la casa.

Prof. Dr. Ricardo Horacio Illia

Publicación Revista Para Ti Mamá (Mayo 2007)

(Asesoraron: Dr. Ricardo Illia y Lic. Marcela Antebi)

¿EL EMBARAZO DURA 10 MESES?

En realidad son nueve meses cumplidos. Cuando uno dice nueve meses, dice 9 x 4: 36, pero a las 36 semanas de gestación ni siquiera se ha llegado al término de la gestación, hecho que ocurre a las 38 semanas, y el 80% de los nacimientos ocurren entre las 38 y las 42 semanas. Hoy el embarazo no se evalúa en meses sino en semanas, porque permite una mayor precisión para las diferentes definiciones, y además permite establecer una relación más clara con los centímetros que mide la altura uterina. Entre las 28 y 32 semanas, estamos en el mismo mes, pero hay un kilo de diferencia en el peso del bebé, así que para tomar decisiones, la cosas es muy diferente pesando un kilo que dos.

HACER EJERCICIO DURANTE EL EMBARAZO ES MUY SALUDABLE.

Durante los tres primeros meses lo más prudente sería que no te esfuerces ni hagas actividad física. Esta etapa es muy delicada porque se está produciendo la formación del embrión. Luego de las 12 semanas se puede y es conveniente hacer actividad física. Ésta deber ser aeróbica, en ambientes bien ventilados, y con una buena hidratación para evitar que se eleve demasiado la temperatura corporal. La actividad puede ser: con traslación de peso: caminar; sin traslación de peso: bicicleta fija, o con anulación de peso: natación. Cualquiera de las tres es buena, sin embargo, caminar puede hacerse dificultoso en los estados finales del embarazo. Lo mejor es la natación, dado que anula el peso, la compresión de la masa de agua comprime las venas de las piernas ayudando a que no se dilaten y además, al comprimir las piernas, hace que el líquido retenido (edema) vuelva a la circulación y se elimine. Al rato de estar en el agua, a la mamá le darán ganas de orinar, y esto ayuda a eliminar el líquido retenido. Así que simplemente estar en el agua es beneficioso.

A MEDIDA QUE SE ACERQUE LA FECHA DE PARTO, CUANDO ESTORNUDAS O TOSES PODÉS EXPERIMENTAR INCONTINENCIA.

Esto se relaciona mucho con la multiparidad. Una posibilidad es que la cabeza del bebé comprima la vejiga y con algún movimiento o estornudo se produzca la eliminación de orina, y se da una situación que a veces induce a pensar que se han roto las membranas La pérdida de un chorro de líquido especialmente luego del estornudo, puede generar preocupación, pero si te acostás, deja de salir. En cambio, si la bolsa está rota, la pérdida del líquido no cesa, aunque te acuestes. Durante el segundo embarazo, puede producirse un ligero descenso de la unión entre la vejiga y la uretra (por donde sale la orina), y esto provoca que cualquier aumento de la presión intra abdominal, genere la pérdida de orina. Por supuesto que esto es transitorio y que mejora notablemente luego del parto, así que no te asustes ni te preocupes por demás.

LAS SENSACIONES DURANTE EL TRABAJO DE PARTO.

Si bien hay referencias anecdóticas de pacientes que dicen no haber sentido nada y estaban en trabajo de parto, como decimos, esto es anecdótico. La enorme mayoría de las pacientes, perciben claramente un cambio en el patrón de frecuencia e intensidad de las contracciones uterinas, anunciando que se ha iniciado el trabajo de parto. Las contracciones se irán haciendo cada vez más intensas, comenzando a producir alguna sensación dolorosa, y lo que es más importante, dejarán de ser aisladas, para tomar un patrón regular, claramente regular, de 2 o 3 contracciones cada 10, lo cual si se acompaña de modificaciones en el cuello del útero, se cumple con la definición de trabajo de parto.

ROMPER BOLSA

Lo usual es que la rotura de bolsa, se asocie con la manifiesta salida del líquido. Pero hay casos en los que la cabeza del bebé se encuentra suficientemente descendida, entonces no se produce la eliminación de una cantidad importante del líquido porque la presentación (la cabeza) ocluye rápidamente la entrada al canal de parto. En ese caso, es más bien una sensación de humedad permanente lo que motiva la consulta. Puede también darse el caso de que ese embarazo tenga poco líquido, circunstancia en la que tampoco la rotura de membranas sea un hecho manifiesto. A veces, especialmente antes de término, ocurre lo que se conoce como una fisura de bolsa. Es decir, la paciente concurre por esa u otra razón y al examinar se observa en la vagina material compatible con líquido amniótico. En estos casos, el diagnóstico se hace por medio de pruebas bioquímicas.



EL TRABAJO DE PARTO ES MUY DIFÍCIL




El trabajo de parto no es una tarea fácil. Es un proceso necesario para que pueda producirse el nacimiento. En la medida en que haya una buena relación con tu médico, que te sientas contenida, que confíes en el equipo, y que te hayas preparado adecuadamente (curso de pre-parto), estarás más tranquila y podrás disfrutar más del parto. Quizás lo que te genere mayor inseguridad sea el temor al dolor, que puede ser aplacado con la anestesia peridural. Aunque si te preparas tu cuerpo durante el embarazo para este momento, lograrás bajar la intensidad de las contracciones. El objetivo principal es que el proceso del nacimiento sea una experiencia para disfrutar y no para lamentarse.

CUÁNDO SE REALIZA UNA EPISIOTOMÍA

Diversos estudios afirman que sólo el 30% de los nacimientos requieren una episiotomía. Hoy hay una clara tendencia a no hacer episiotomía si no es estrictamente necesario. Este procedimiento tiene indicaciones específicas y no se realiza a todas las mujeres. Es una maniobra que se utiliza cuando es necesario ampliar el canal de parto, ya sea para favorecer el nacimiento o para evitar una lesión peor, que se considera inminente e inevitable.

EL BEBÉ MÁS LINDO DEL MUNDO

Probablemente esperes un bebito hermoso, con buen color, casi listo para la foto pero, por lo general, los recién nacidos no se presentan en la sala de partos con el mejor aspecto. El bebé se encuentra dentro del útero con una presión de oxígeno menor a la que manejamos fuera del mismo, y esto justifica que el color no sea rosado al nacer. Una vez ligado el cordón, se producen cambios en la circulación del recién nacido y esto hace que en algunos minutos, aumente la presión de oxígeno y vaya tomando el color que imagina la madre. Tampoco nace limpio, porque está en un ámbito húmedo, con líquido amniótico. Puede haber algo de sangre, producto del paso por el canal del parto. Y puede haber una sustancia blanca, grasa, denominada unto sebáceo. Todo esto es absolutamente normal.

PERDIDAS POSPARTO

Está estipulado que el sangrado esperable luego de un parto sea de alrededor de 500 cc y luego de una cesárea de 1000 cc. Son situaciones tolerables para la madre porque hubo modificaciones durante el embarazo para que pueda manejar estas pérdidas de sangre. En cambio, la hemorragia posparto es un hecho preocupante, que toda institución debe prevenir. Para ello, una vez extraída la placenta, se administran retractores uterinos, y en las primeras horas posparto, una de las principales actividades del equipo de salud es controlar que no haya más perdida que la que corresponde. Por estas razones toda paciente que entra en trabajo de parto debe tener un acceso endovascular (aplicación de suero)

ADIÓS A LOS KILOS DEL EMBARAZO

Con la expulsión del bebé, la placenta y el líquido, ya se produce una pérdida de peso. Luego, en los primeros días posparto, continuarás eliminando el líquido retenido durante el embarazo. Con alimentación sana y actividad física, podrás volver a tu peso. No será necesaria una dieta estricta, porque la lactancia, también es una situación de carga metabólica, y no alimentase bien, puede perjudicar al bebé. Por lo tanto el plan alimenticio debe contener las suficientes calorías y nutrientes como para abastecer a la madre y al bebé.

CONTRACCIONES, DESPUÉS DEL PARTO

Las contracciones uterinas posparto, son un mecanismo fundamental para mantener la retracción uterina y evitar el sangrado excesivo. Son inevitables y beneficiosas. Adicionalmente, cada vez que se pone al bebé al pecho, se produce la misma hormona que produjo las contracciones del parto, es un mecanismo natural de protección contra la hemorragia, de modo que se notará un aumento en la frecuencia e intensidad de las contracciones uterinas al amamantar.

APRENDER A AMAMANTAR

Aunque te hayan detallado cada una de las posiciones, solo tu experiencia y tu instinto cuentan. La lactancia es un hecho fundamental para el bebé. A través de esta se alimenta y fortalece su vínculo con vos. Usualmente es un proceso relativamente simple, pero puede haber algunos problemas. Por empezar, la bajada de leche tarda más en los casos en que se ha realizado una cesárea, de modo que hay que insistir poniendo al bebé al pecho hasta que la leche baje. Puede haber, además, retracción en los pezones que dificulten la succión, si el bebé es prematuro puede tener dificultades para succionar, pueden producirse grietas en los pezones que transformen la lactancia en un acto doloroso.

La lactancia es un aprendizaje que quizás al principio se torne un poco complejo. Por suerte existen varias instituciones especializadas en el tema que son de gran ayuda. Donde además, las experiencias de otras mamás, siempre son útiles.

CESÁREA ABDOMINAL

De antemano

Una cesárea programada es aquella que se planea antes de la internación de la mamá. Sus razones más comunes son: el bebé está de cola, a la mamá se le practicó más de una cesárea, tiene alguna cirugía en el útero o padece alguna enfermedad que contraindica el trabajo de parto.

En estos casos la mamá se interna un par de horas antes de la operación, como para cualquier cirugía y hará ocho horas de ayuno. Cuando está todo el equipo esté preparado se la lleva al quirófano, se la prepara y se le da la anestesia peridural. Durante la cesárea la mamá podrá estar despierta y ver nacer a su bebé, a pesar de los campos quirúrgicos.

Con más urgencia

En cambio una cesárea intraparto es la que se decide de urgencia y representa entre un 5 y un 10% de los partos. Se puede dar por problemas mecánicos en la evolución del trabajo de parto, en general cuando hay una desproporción pélvico fetal, es decir que el bebé es muy grande para pasar por la pelvis de la mamá o si hay sufrimiento fetal, cuando la frecuencia cardíaca del bebé no está bien. Esto último se observa en el monitoreo, que da indicios de que el bebé no está tolerando la falta de oxigeno que suponen las contracciones. Se toma la decisión de hacerla pensando en la salud de la mamá y del bebé. Y de la causa dependerá el grado de urgencia. Si por ejemplo hay una desproporción pélvico-fetal se decidirá en ese momento, habrá un cierto grado de urgencia, pero no tanta como en otros casos. Dependiendo del centro se hará en la misma sala de partos o se la trasladará a quirófano y por el catéter que tenía conectado con la epidural se pasará más dosis de la anestesia. Todo esto representará un momento de tensión y todo el personal que asiste la cirugía deberá moverse con eficiencia y destreza.

Una vez que nació

En minutos el bebé nacerá y se procederá a suturar a la mamá. Mientras le dure la anestesia se va a sentir bien, cuando se le vaya pasando va a tener un poco de dolor en la panza. En general, el primer día va a ser doloroso, el segundo se tolerará y el tercero será casi como si no la hubiesen operado. En cuanto a la higiene, la herida necesita fundamentalmente aire.

Pensando en la mamá y el bebé

Sea como fuere, lo cierto es que de ante mano muchas mamás que tienen un deseo firme de lograr la vía vaginal y no conciben la posibilidad de ir a cesárea, por el contrario, muchas otras le temen al parto y prefieren que se les practique esta intervención. El diálogo entre la paciente y su obstetra será clave para resolver estos casos. Habrá que quitarse los miedos, asistir al curso de preparto y sobre todo confiar en el obstetra, que debe trasmitir seguridad y tranquilidad a la mamá. El será nada más ni nada menos quien conduzca el embarazo y nacimiento. Toda mamá debe saber que la decisión que tome su médico será fundamentada y tomada por su bien y el de su criatura.

PARIR BIEN

“En general, teniendo en cuenta que el 80 por ciento de los nacimientos normales suceden entre la semana 39 y 40, a partir de la semana 37 o 38 puede haber salvas de contracciones que se tornan un poquitito más seguidas durante 30 minutos a una hora y que después se espacían hasta desaparecer. En este caso, la mamá lo que tiene que hacer es acostarse, ponerse de costado, controlar la frecuencia de las contracciones y observar si esas contracciones tienden a suceder con un ritmo de cada cinco minutos. Si transcurren un par de horas y las contracciones no ceden, entonces tiene que consultar sí o sí porque posiblemente se avecine el parto. Si asociados a estos síntomas se produce algún tipo de pérdida de sangre o líquido, también tiene que consultar.”

Pero claro, no siempre todo es tan claro. A veces las contracciones aparecen y luego desaparecen, son “como intentos de empezar pero que se frustran .Esto a veces hace que se modifique un poco el cilindro del cuello del útero y entonces se caiga el tapón mucoso, que es una estructura gelatinosa que oficia de aislante entre la vagina y la cavidad ovular; esto puede indicar el comienzo del parto si es que las contracciones siguen su ritmo; de lo contrario simplemente indica que se ha modificado el cuello del útero y se ha caído el tapón mucoso, lo que anuncia que el parto se producirá en los próximos días, pero no es momento de internarse, a no ser que las contracciones sí sean regulares.”

De todos modos, los nervios, la ansiedad, la experiencia de la primera vez, harán que surjan preocupaciones “cuando la mamá está preocupada, siempre tiene que consultar, total cuanto mucho o se queda internada o se la revisa y vuelve a su casa porque todavía no es el momento; en definitiva, la consulta nunca está demás.”

En este contexto, puede aparecer algún factor de alarma como por ejemplo si el cuello no está modificado, las contracciones no son del todo regulares, pero la bolsa se ha roto. Ante este cuadro, tendrá que quedar internada. “Todo se resolverá en esa consulta de acuerdo al cuadro que se presente, la consulta siempre es el mejor camino.

LAS ETAPAS

“Se suelen escuchar frases del tipo ‘tuve un trabajo de parto muy prolongado’, pero es cuestión de terminología que vale la pena aclarar: “trabajo de parto se considera cuando hay 3 contracciones cada 10 minutos, modificaciones cervicales y una dilatación de cuatro centímetros”.

Antes de los cuatro centímetros de dilatación se habla de pre-parto o inicio de trabajo de parto, de acuerdo a si el cuadro es evolutivo o no en materia de regularidad de las contracciones. Es decir, pre parto se le llama a los amagues de contracciones que aparecen y desaparecen e inicio de trabajo de parto a la presencia de contracciones regulares que indican que sí debes quedar internada. Recién se habla de trabajo de parto a partir de los cuatro centímetros de dilatación. Por último, la fase de expulsión es cuando la dilatación llega a los diez centímetros.

¿Cuando llego, adónde voy?

La respuesta a esta pregunta es “todo depende”.

“Si se considera que tiene contracciones, pero no es como para mandarla a la casa, posiblemente vaya a su habitación, pero si ya ha comenzado el trabajo de parto, tal vez vaya a la sala pre-parto.” Esta decisión se toma después de los controles “que el personal médico considere pertinentes”.

Si todavía podés quedarte en tu habitación, pueden estar con vos tu pareja, tus otros hijos o algún familiar, podés escuchar música, leer, deambular, siempre que se trate de una situación sin riesgos.

Es importante en esta etapa que si querés tomes líquido: té o jugos, que es lo más conveniente para hidratarte, incorporar sustancias que te den energía y no cargar el estómago para evitar contratiempos.

A esta altura los controles que se realizan son los de frecuencia de contracciones y frecuencia cardíaca fetal no contínua, pero sí intermitente. El tacto se realiza cada tanto para ver la evolución de la dilatación.

Cuando la dilatación es de cuatro centímetros ya se considera que se está en trabajo de parto y pasarás entonces a la sala pre-parto. En este sector, solo se habilita al futuro papá como único acompañante, ya que es una zona de restricción donde se despeja el ámbito para que haya mayor libertad de los médicos y el personal para trabajar con comodidad. “A lo mejor pasan algunas horas y la mujer entra francamente en trabajo de parto o si bien no ha llegado a los cuatro centímetros de dilatación, es un pre parto lo suficientemente avanzado como para que mediante estimulación con medicación que produce contracciones, se produzca el trabajo de parto.”

Tus decisiones y las del médico

¿Puedo decidir si quiero que me apliquen dilatador o no? ¿Cómo sé si quiero anestesia? ¿Puedo pedirla? ¿Puedo rechazarla? Estas preguntas rondan tu cabeza y es difícil que te las puedas contestar cuando se trata de tu primer parto.

Este es un tema controvertido y en el que hay distintas posiciones. Es bastante difícil mantener la equidistancia entre la no intervención y la medicalización excesiva y también es bastante difícil establecer la factibilidad de algún inconveniente. Todo lo normal en un parto puede dejar de serlo en el tiempo que media un chasquido de dedos, entonces cómo resolver la aparición de una complicación que pone en riesgo al bebé o a la mamá si no tenemos todo preparado. Algunas medidas preventivas hay que tomar, pero no tantas como para ser exageradamente invasivo”.

• De principio, ya está absolutamente abolido el rasurado y la enema. No son recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud ni de ninguna organización de prestigio.

• Un tema controvertido es el de poner la vía de suero en la paciente que está en trabajo de parto y explica: “se coloca un suero con solución fisiológica, agua, para tener una vía de acceso, sin que circule en principio ninguna medicación. Quienes tienen una postura de un parto natural y con la menor intervención posible, sostienen que esto es una invasividad excesiva. Pero quienes sí hacemos obstetricia práctica cotidianamente y medimos resultados, sabemos que la primera causa de muerte materna excluyendo el aborto es la hemorragia. Si se tiene la vía de suero asegurada para aumentar en cualquier momento la cantidad de líquidos que se administran, se tiene preparado el recurso para incorporar medicación o eventualmente transfundir. Esto es mucho más seguro que tener una paciente que empieza a perder sangre y sus venas periféricas colapsan y recién a esa altura ponerse a buscar la vena para obtener la vía que de otro modo ya estaba preparada. El sentido de colocar la vía entonces no es invadirla sino saber que muchas de las cosas que sucedan además de la hemorragia puedo resolverlas con esta vía ya establecida. Hay que prevenir porque las complicaciones en obstetricia no dan tiempo. Además por esta vía también se le va administrando alimento a la mamá en una etapa en que está en pleno desgaste energético.”

• Los dilatadores se colocan o no de acuerdo a la evolución del parto. A veces son necesarios y a veces no.

• Con respecto a la analgesia, hay que tener en cuenta que siempre se puede administrar para que la situación sea francamente tolerable. “Hay mamás –dice el profesional- que solicitan la peridural de manera anticipada y esto no es bueno porque esta administración enlentece el proceso del parto. Si la solicita en una etapa muy temprana, no se la vamos a aplicar, pero sí vamos a considerar que está dolorida y que es posible administrar otro tipo de analgésico endovenoso, como una nubaina, por ejemplo, que es eficaz . Ya a los cuatro centímetros de dilatación se puede administrar la peridural e incluso antes se puede administrar la denominada peridural combinada. De todos modos queda un cateter colocado y la analgesia se puede ir renovando a medida que pasan las horas, pero siempre preferimos la peridural como tipo de anestesia porque es la menos nociva tanto para la mamá como para el bebé. También hay que aclarar que si la mamá no quiere anestesia no se la vamos a administrar, pero ya a los seis centímetros de dilatación, casi todas las mujeres la prefieren. Según la etapa del parto, la aplicación será con un bloqueo más bajo, según sea necesario. Lo que sí hay que saber es que la epidural no quitará del todo el dolor porque es necesario mantener el tono de los músculos del piso de la pelvis para que hagan de guía para la salida del bebé. Si esos músculos no conducen al bebé la cabecita no rota adecuadamente. Hay entonces que buscar un punto medio entre la analgesia que sea más adecuada, pero no a niveles anestésicos.

En la sala de partos

“Cuando la dilatación es completa y comienza el descenso del bebé por el canal de parto, la mamá pasa en camilla o en silla de ruedas a la sala de parto (o si está en condiciones: caminando), porque se entra en la etapa de máxima vigilancia y por supuesto allí también puede estar acompañada por su pareja.”

En la sala de parto se pasa al período expulsivo que con peridural tiene una duración de un par de horas aproximadamente como plazo máximo; sin peridural este plazo se acorta a 60 minutos.

“Al expulsar al bebe tal vez haya que hacer una episiotomía. Generalmente, tratamos de no hacerla, pero se hace necesaria en un 30 por ciento de los casos, es decir, cada 10 partos, seguramente 3 llevarán episiotomía. Hay que aclarar que si uno ve que está por nacer el bebé y la vulva se va a desgarrar, es preferible hacer un pequeño corte para que esto no ocurra. Pero es algo que se resuelve en el momento”.

Esta cifra promedio de 30 por ciento corresponde fundamentalmente a mamás primerizas y debe ser leída con optimismo: es muy bueno que 7 mamás de 10 no la necesiten. Asimismo hay muchos factores para que ésta deba o no ser realizada como aspectos constitucionales, elasticidad de los tejidos y tamaño del bebé. Pero estos elementos se evalúan en el momento mismo del nacimiento. Lo que no se debe hacer es la episiotomía como práctica de rutina, lo que sería sí un aspecto absolutamente invasivo.”

Después del nacimiento

Cuando tu bebé ya ha nacido y si todo está bien, se mantiene durante un minuto al pequeño en un plano por debajo de la placenta para que se lo transfunda para luego ligar el cordón. Esto redunda en una menor incidencia de anemias en el primer año de vida.”

Luego pondrán a tu bebé en tu pecho para que lo acaricies, lo mimes, le des la teta o hagas lo que en ese momento sientas. Eso sí: luego, en algún momento, tendrás que separarte un ratito de él, ya que el bebé al nacer pierde temperatura y si bien se lo cubre bien, se mojan las coberturas, por eso, luego de unos minutos, lo secarán, le cambiarán las coberturas, le darán algunos antisépticos, por ejemplo los destinados a prevenir infecciones (“a esto se lo ha catalogado de invasivo sin embargo, yo lo considero absolutamente necesario”), lo pesarán y le harán los controles primeros para saber que todo está bien: que respire adecuadamente con el oxígeno del ambiente, que tenga buen color, que no tenga secreciones que le dificulten la respiración. Entonces sí, luego de estos controles, el bebé entra en la situación de lo que se llama rooming in, va a la habitación con su mamá.

Mientras tanto estos controles se le realizan al bebé, hay un período de espera de hasta 30 minutos en ausencia de hemorragia, para que la mamá expulse naturalmente la placenta. “En ese lapso se producirá la expulsión seguramente. Si no fuese así, se la retirará manualmente y se verificará que no quede ningún resto. Por lo general, también se le administra a la mamá una medicación retractora del útero, pero ésta es de efecto momentáneo, ya que como se practica la lactancia precoz, al poner al bebé en el pecho de la mamá casi inmediatamente de nacer, la mujer segrega ocitocina que es una hormona que ayuda a la retracción natural del útero.”

Finalmente, te reunirás con tu hijo

¿Cuándo consultar para internarse?

La consulta debe ocurrir en las siguientes circunstancias:

• Si hay presencia de contracciones regulares, por lo menos dos en diez minutos durante una hora y media o dos horas

• Si hay pérdidas de sangre o líquido

• Si se ha producido la eliminación del tapón, hecho que el profesional debe verificar si está asociado a las contracciones o no.

El resultado de esta consulta puede ser:

• La internación por trabajo de parto si las contracciones son frecuentes y regulares o

• Una situación de pre parto en estadíos muy iniciales, en la que, si el cuadro es de bajo riesgo, no hay ninguna patalogía asociada y no se considera que hay un proceso evolutivo, es probable que la embarazada retorne a su casa.

A partir del momento en que regresa a su casa puede suceder:

• Que vuelva a internarse para parir en, por ejemplo, una semana o

• Que regrese, por ejemplo, a las cuatro horas porque ya se ha iniciado el proceso de parto.

Esto es imprevisible y se ve sobre la marcha.

Siempre de costado

Ya sea en la habitación o en la sala pre-parto, ésta es la posición ideal, la más cómoda y la más saludable para una mamá con contracciones. Así lo explica el Dr Illia: “es importante que cuando la mamá se acuesta, que esté siempre de costado para evitar la disminución de la tensión arterial que se produce con la compresión de las arterias que están atrás del útero cuando éste es muy pesado”. Es en esta posición que se debe controlar la frecuencia de las contracciones.

El personal que acompaña

Durante todo el trabajo de parto y el parto mismo, contás a tu disposición con el siguiente personal:

• La partera que es la persona semiespecializada que tiene contacto más íntimo con la mamá, que está más cerca de ella.

• El médico obstetra con presencia intermitente para evaluar la situación hasta que se desencadena el parto y presente luego hasta el nacimiento.

• Personal de enfermería.

• El anestesista.

• El neonatólogo, que se incorpora ya ante la inminencia del parto.

Ante complicaciones

Si se presenta alguna complicación que exiga la extracción inmediata del bebé, ésta puede suceder o durante la etapa de dilatación o bien en la fase expulsiva.

• Si sucede durante la etapa de dilatación, hay que ir a cesárea. “El porcentaje que manejamos nosotros es de un 35 por ciento, que es un índice bajo para el ámbito privado”.

• Si los inconvenientes aparecen durante la etapa de expulsión y se cumple con las condiciones de dilatación bien completa y la presentación de la cabecita bien baja se podría recurrir a lo que se denomina la abreviación del período expulsivo mediante instrumentos. Estos instrumentos pueden ser el vacuum o el forceps:

- El vacuum es un sistema que ejerce vacío para aspirar. “No está difundido ciento por ciento en la Capital Federal y el único servicio que lo usa es el del Hospital Alemán. Tiene la ventaja de que produce mucho menos desgarro materno, pero tiene algunas limitaciones; por ejemplo, no puede rotar la cabeza, pero es de primera elección. Cuando la cabecita está baja se puede aplicar un vacuum como primera iniciativa”.

• Si hay que rotar además de desceder, hay que utilizar un forceps. Se trata de un sistema de pinzas que se aplica con una técnica determinada para no tocar ningún órgano noble de la cara de modo de extraer al bebé sin inconvenientes. “ Si bien el forceps es una palabra que tiene una connotación social absolutamente pésima, es una alternativa válida y a veces por no hacer un forceps en tiempo y forma se dilata la toma de decisión que puede ser absolutamente perjudicial para el bebe y se termina realizando un procedimiento demorado o en una cirugía”.

Edad y cesárea

“Cuando la mamá tiene más de 40 años y es primeriza, hay que contemplar junto con ella la posibilidad de una cesárea para anular los riesgos que implican el trabajo de parto y el parto mismo, sobre todo teniendo en cuenta que quizás ese sea el único parto y el único bebé que traiga al mundo.” Es distinto, en cambio, si la madre ya tiene hijos previos porque su cuerpo ya ha pasado por la experiencia del parto, lo que facilitaría el proceso. Esto no significa que una mujer de más de 40 años no pueda tener un parto vaginal, sino que hay que informar a la paciente de las diversas posibilidades y tomar la decisión final estableciendo claramente la ausencia de factores agravantes que sugieran que enfrentar el trabajo de parto no es una conducta riesgosa.



















































































































































































































































































































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