29.7.14

Mujer y Familia Matrices del Psiquismo
Psicoperinatología.
ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS
     
 Cuento-Película-Juego-Sueño
 Sara Zusman de Arbiser.*
     Todas las películas de “Alicia en el país de las maravillas” se basan en la novela escrita por Lewis Carroll, seudónimo de Charles Dogson, hijo mayor de una familia con 11 hijos, zurdo contrariado y tartamudo, que estudió matemáticas en la Universidad de Oxford.
     Fue Ordenador Diácono de la Iglesia anglicana y enseñó matemática a tres generaciones de jóvenes en Oxford.
     Pasó a la posteridad a través de sus dos famosos escritos: “Alicia en el País de las maravillas” y “Alicia a través del espejo”. Como era un matemático le dió mucha importancia a la lógica  y que aplicó en esta novela a situaciones graciosas.
     ¿Cómo nació esta historia? Se cuenta que Charles Dodgson se embarcó con tres pequeñas amigas en una excursión río arriba. Ellas eran: Alicia Liddell de diez años, su hermana menor Edith de ocho y Lorina de trece, que ya dejaba de ser una niña. Alicia, a sus diez años, todavía lo era, pero muy pronto (¡demasiado pronto!) dejaría de serlo, como le había ocurrido ya a su hermana mayor.
    L. Carroll improvisa entonces un cuento para ellas y el relato permite muchas lecturas posibles. Una de ellas es entenderlo como una referencia al momento (¡terrible momento!) en que el niño, al dejar de serlo, comienza a penetrar en el fascinante, misterioso y absurdo mundo de los adultos. 

    Esa tarde de verano, en el paseo en barca, el azar quiso que cada vez que L. Carroll intentaba dejar de contar su improvisada historia, prometiendo «el resto la próxima vez», las tres niñas, sus musas inspiradoras, exclamaban a coro: «Ya es la próxima vez». Tal vez en esta burla acerca del tiempo se encuentra el  secreto de la aventura de  Alicia en el país de las maravillas y que se inicia con la caída de su protagonista por un agujero.
    Y al llegar al fondo, el primer dilema que se le plantea es si beber o no de ese frasco que hay encima de la mesa, si crecer o no crecer, es decir, si hacerse o no hacerse adulta. Alicia bebe del frasco y  ya crecida se encuentra con el  Conejo Blanco impecablemente vestido de caballero victoriano. Por sus palabras se deduce  que sufre de la gran enfermedad del mundo moderno, la prisa ¡Es tarde! ¡Es ya muy tarde!, exclama una y otra vez sin dejar de correr. Alicia se encuentra con un personaje que dramatiza ese mundo de los adultos en el que todos  siempre tienen prisa, justamente lo contrario que le ocurría a L. Carroll, que podía pasarse horas y horas «perdiendo el tiempo», charlando con sus jóvenes amigas en una tarde de verano. 
     La novela se abre y se cierra con un marco realista: Alicia estaba aburrida con su hermana y se quedó dormida. El autor introduce el primer personaje sin avisarnos que se trata de un sueño sino que directamente aparece ese personaje fantástico: “cuando de pronto pasó corriendo junto a ella un conejo blanco de ojos rosados”.  La alternancia y combinatoria de ese marco realista y los personajes de ficción que van surgiendo dan la característica principal de esta historia, que es el absurdo y el sin sentido de los sueños.



   El escenario de la obra varía constantemente. Empieza en un pozo interminable, continúa en un lugar en que se encuentra cerrada la salida - un océano de lágrimas - la casa del conejo blanco - el bosque – el palacio de la reina - la mesa de té de la liebre de marzo - el jardín - un campo de croquet  y termina en una sala de juicios.
 El tiempo en esta historia tiene dos varas distintas: 1) el real que transcurre en un corto rato, lo que duró la siesta de Alicia bajo un árbol.
    2) el del sueño con el viaje por el país de las maravillas, este es un tiempo que no se mide, no hay día ni noche  y en la casa de la liebre la hora del té es interminable.


     L. Carroll creó un país absurdo, el país de los sueños. Para el público infantil, este país absurdo los hace entrar a un mundo muy parecido al que ellos crean con su imaginación, donde todo es posible, donde la vida es sueño y el sueño realidad.
     Psicoanalíticamente, podemos hacer un nexo entre cuento –juego –sueño. Son intentos de elaborar la situación traumática que implica dejar la infancia y pasar al mundo adulto.
    Después de toda la experiencia en el país de las maravillas Alicia se despierta en las últimas páginas de la novela. En la película de Tim Burton, el principio y el final, el marco realista de la historia, tienen matices  diferentes que comentaré más adelante.
     La obra fue escrita originariamente en inglés y por eso mucho de los juegos de palabras se pierden en la traducción.  Estos juegos se dan con términos que se escriben un poco diferentes pero se pronuncian igual. Hay equívocos en la conversación. Esto se ve varias veces a lo largo de la obra, por ejemplo, en el diálogo de Alicia con la Reina de corazones.  Alicia le dice: "¿Ya sabe que la tierra tarda 24 hs. en dar una vuelta alrededor de su eje? (eje en inglés es axis). La Reina le contesta: "Hablando de hachas (axes en inglés) que le corten la cabeza".
   Cuando conversa con el ratón, el ratón afirma que la suya es "una larga y triste historia" (a long and a sad tale) pero Alicia entiende "una larga y triste cola (a long and a sad tail). De esta confusión surge un poema.
     Hay palabras desprovistas de sentido, por ejemplo adivinanzas sin solución que le hace el sombrerero a Alicia. Es importante conocer la lengua y las tradiciones inglesas para poder interpretar bien la obra y apreciar los juegos lingüísticos.  Desde el psicoanálisis conocemos que gran parte del material con que se arman los sueños, tanto de niños como de adultos son los juegos de palabras, que siempre se expresan en la lengua materna del soñante. 
    L. Carroll también crea situaciones de humor a través del lenguaje por medio de otros recursos. Por ejemplo, “ahogarse en el llanto”. Este uso del lenguaje tiene sentido, porque los niños cuando lloran se suelen sentir como asfixiados. Es una metáfora, que en el cuento y la película aparece concretamente como un mar, en que Alicia cuando se vuelve pequeña corre peligro de ahogarse. “Estaba ahogada en un mar de lágrimas”
    Igualmente significativa es una escena en la que Alicia «crece» concretamente dentro de la Casa del Conejo. ¡Qué angustia y qué asfixia siente la pobre niña condenada  a vivir entre las estrechas paredes del mundo de los mayores! ¡Y qué alegría, qué liberación, cuando consigue volver al tamaño de niña y salir corriendo de la casa hacia el campo abierto!
     L. Carroll se burla de las exigencias de educación que debían cumplir las niñas. Por eso Alicia siempre está preocupada por conservar los buenos modales y respetar las normas de educación. Así, en el capítulo del té de los locos, Alicia le reprocha al Sombrerero y a la Liebre de Marzo sus malos modales.
    La novela es una crítica solapada a la sociedad victoriana que L. Caroll expresa a través de la locura o lo disparatado de muchos personajes, que como están locos, el autor puede hacerles decir cosas que si no vinieran de un loco serían censuradas. Se trata de una lúdica metáfora sobre nuestro mundo, visto a través de los ojos de un chico.
  El episodio más célebre de la historia de Alicia  y que encontramos en todas las películas que se han hecho: la de Disney, la de Tim Burton y otras, es la merienda del Sombrerero y la Liebre. «El tiempo -le dice el Sombrerero a Alicia- se ha detenido para siempre en las cinco... Aquí estamos siempre en la hora del té.» ¿Se ha intentado alguna vez una definición tan brillante de lo que es Inglaterra?  De todas las convenciones sociales británicas ¿no es la del té la más absurda y a la vez la más radicalmente inglesa?

 El ritual del té es la culminación del absurdo inglés, la verificación, por parte de Alicia, de que se encuentra  «en un país de locos ... ». Ya se lo había advertido el Gato de Cheshire: «Por ahí -le había dicho a la niña- vive un Sombrerero, y en esa otra dirección, una Liebre Marcera... Da igual al que visites... ¡Los dos están igual de locos!» 
A pesar del uso particular del lenguaje, las burlas e ironías, los juegos de palabras, la presencia de la lógica y del razonamiento, que son características del mundo de los adultos esta novela es un clásico de la Literatura Infantil y miles de niños de todas las épocas han escuchado embelesados las aventuras de Alicia. ¿En qué radica el encanto de esta obra para los chicos?
   Cualquier niño en sus juegos fantasea con una mezcla de aspectos de la realidad y además crea mundos propios, donde sus juguetes cobran vida, donde el tiempo transcurre con un ritmo distinto, donde todo es posible con tan solo desearlo o imaginarlo, donde sus fantasías más imposibles se hacen realidad, como las que se van presentando en esta historia.
Película de Tim Burton
 Después de una breve introducción, la historia se traslada trece años más tarde.  Ahora, Alicia es una joven casadera (¿tiene alrededor de 20 años?)  y está a punto de comprometerse con un Lord inglés, algo que no desea en absoluto. Por ello, Alicia se escapa en la escena en que él le propone matrimonio. Ella ve o imagina que ve al conejo blanco y decide perseguirlo volviendo a caer en el pozo y repitiendo la historia de su sueño cuando era niña.
    La trama de la película de T. Burton tiene paralelos entre la vida cotidiana de Alicia y las relaciones de poder del país visitado en sus sueños. Alicia aprenderá a ser ella misma a pesar de lo que opinen los demás. Al volver de su viaje al país de las maravillas, Alicia le dice al Lord que no acepta casarse con él.  Decide integrarse a un mundo adulto que no puede rechazar, pero sí cambiar.  La Alicia de la película de Tim Burton sorprende porque representa la emancipación de la mujer, es una ruptura del orden establecido. Ella decide trabajar identificándose con aspectos creativos del padre.

    En “Alicia en el país de las maravillas” encontramos  similitudes y diferencias con “Peter Pan, el niño que no quería crecer”, historia que también surgió en la época victoriana, un poco más tarde. Fue obra de teatro en 1904 y novela en 1911. James Berrie se inspiró en un niño real muy querido por él, llamado Peter, con el que se identificaba por que ambos (Peter y J Berrie) habían sufrido la muerte de seres queridos en su infancia.  “Nada pasa después de los 12 años que importe mucho”, dice Peter Pan  y lleva a los niños a Neverland (el país de Nunca más).
    El tema del tiempo y el dolor por lo imposible de detenerlo es el conflicto que inspira a L. Carroll y a J. Berrie,  Ellos, en su vida real mantenían la añoranza de poder seguir siendo niños y se negaban a  ingresar al mundo de los adultos. Ambos, en algunos aspectos formales actuaban como adultos, pero buscaban la compañía de niños con los que se conectaban maravillosamente y evitaban generalmente el encuentro con adultos.
   T. Burton, en su película, le da una vuelta de tuerca personal a la nostalgia de la infancia. Así podemos  observar en el final, una metamorfosis de la inocencia infantil a posibilidades adultas. Alicia sublima creativamente la infancia perdida para  así poder enfrentar los retos de un mundo hostil y demente.
 * arbisersara@hotmail.com

 CURRICULUM (abreviado) de la Dra Sara Zusman de Arbiser Médica, 
Miembro Titular en función didáctica de la Asociación Psicoanalítica Argentina (A.P.A.) 
Especialista en Niños y Adolescentes y Familias.
 Ex Coordinadora del Departamento de Psicoanálisis de Niños y Adolescentes en A.P.A. en varios períodos. 
Actualmente es Asesora científica de dicho departamento. 
Ex Coordinadora del Departamento de Familia y Pareja en A.P.A. Autora del libro “Familia y Psicoanálisis con niños y adolescentes” y de numerosos artículos que se que se encuentran en la Revista de APA y en otras publicaciones. 
 Actualmente: Se ocupa de la divulgación de temas de psicopatología infantil y de prevención y cuidado de niños y adolescentes en los diarios y revistas, radio y televisión, con notas de divulgación de temas de psicopatología infantil y de prevención y cuidado de niños y adolescentes.
  




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